Por Celia Adams

A medida que el invierno se afianza firmemente en Victoria, el frío amargo solo intensifica la cruda realidad de la falta de vivienda en nuestras regiones de Goulburn y Ovens Murray. El frío punzante no es solo un evento meteorológico, sino un recordatorio conmovedor de la necesidad urgente durante todo el año de abordar la falta de vivienda dentro de nuestra comunidad.

En BeyondHousing, nuestro propósito es inquebrantable: terminar con la falta de vivienda. Trabajamos para ello brindando apoyo a las personas más vulnerables, en riesgo o en situación de calle, y aumentando la oferta de vivienda social. Sin embargo, la escala de la crisis va más allá de la capacidad de una sola organización. Las raíces de la falta de vivienda son profundas y están entrelazadas con problemas complejos como la pobreza, la violencia familiar, el desempleo, las enfermedades mentales y la crisis nacional generalizada de viviendas asequibles. Como comunidad, debemos unirnos (gobierno, empresas locales e individuos por igual) para construir una sociedad compasiva donde todos tengan un lugar al que llamar hogar.

El censo de 2021 registró más de 1000 personas sin hogar en los principales centros de Shepparton, Wodonga y Wangaratta, y cientos más vivían en "viviendas marginales", como parques de caravanas o en viviendas superpobladas o empobrecidas. Las cifras son más que simples estadísticas, son una inquietante llamada de atención. Con una porción significativa de nuestra comunidad sin hogar y muchos más al borde de la inestable o inadecuada vivienda, la necesidad de acción nunca ha sido más urgente. Necesitamos más que arreglos temporales; necesitamos una solución holística que brinde alivio inmediato pero que también aborde de manera efectiva las causas fundamentales.

En primer lugar, debemos aumentar la oferta de viviendas asequibles. La aguda escasez de opciones asequibles empuja a las familias e individuos vulnerables a un ciclo inestable, que a menudo culmina en la falta de vivienda. Instamos a nuestros representantes locales, estatales y federales a adoptar políticas sólidas que promuevan la construcción y asignación de unidades de vivienda asequible en nuestra región.

Los sistemas de apoyo integrales son esenciales para ayudar a quienes se enfrentan a la falta de vivienda. Los servicios de salud mental y primaria accesibles, los niveles de ingresos que colocan a las personas por encima del umbral de la pobreza, los programas eficientes de capacitación y colocación laboral y un refugio seguro para las víctimas de la violencia familiar son todos componentes fundamentales de una respuesta eficaz. Empoderar a las personas con las herramientas que necesitan para reconstruir sus vidas puede evitar que la falta de vivienda eche raíces.

Además, debemos cultivar una comunidad que comprenda y se identifique con la situación de nuestros vecinos sin hogar. La estigmatización y los estereotipos forman barreras invisibles que impiden que muchos busquen ayuda y crean obstáculos para conseguir empleo y vivienda. Al fomentar un clima de comprensión y empatía, podemos desmantelar estos prejuicios dañinos y promover un entorno de apoyo para quienes luchan contra la falta de vivienda.

La falta de vivienda es un problema complejo, pero no es insuperable. Otras regiones han demostrado que las estrategias específicas pueden producir resultados positivos. En Goulburn y Ovens Murray, tenemos el conocimiento, los recursos y el espíritu comunitario necesarios para cambiar el statu quo.

Esta Semana de las personas sin hogar (del 7 al 13 de agosto), se nos recuerda que un hogar no es un lujo sino un derecho humano fundamental. Luchemos por una sociedad donde todos puedan tener un lugar seguro y cálido para dormir por la noche, independientemente de sus circunstancias.

Celia Adams es la directora ejecutiva de BeyondHousing, un proveedor de viviendas comunitarias y para personas sin hogar con oficinas en Wangaratta, Wodonga, Shepparton y Seymour.